jueves, 26 de junio de 2014

Salmo para confiar en la esperanza



Señor, nos han dicho que vienes,
que estemos preparados
pues siempre llegas de repente
como ladrón en la noche.
Un escalofrío ha pasado por todo mi cuerpo
al saber que vendrás, que ya estás ahí.
He sentido vergüenza,
me ha dado miedo mi desnudez,
como a Adán y Eva.
Ante mis pecados,
he preferido huir y esconderme
tras los árboles de la ciudad.
Sin embargo, Señor, tú has venido
y has preguntado por mí.
Has sido tú, el que has salido en la noche,
me has buscado por todas las aceras,
te has presentado en los lugares de moda,
has preguntado en los sitios
que siempre he frecuentado. Y de pronto…
Sí, sabía que eras tú,
ya no me envías mensajes,
eras tú en persona,
el amor de mi vida;
me has encontrado
y no quiero perderte jamás.
Amén.