martes, 3 de junio de 2014

Decálogo del equilibrio



1. Ayúdame, Señor, a ser radical, sin ser fanático.
2. Ayúdame a ser contemplativo con las manos en la masa.
3. Ayúdame a vivir gozoso, sin olvidar a los olvidados.
4. Ayúdame a reconocerme pecador, sin ser corrupto.
5. Ayúdame a ser humilde, sin ser cobarde.
6. Ayúdame a sembrar sin desfallecer, aunque no vea el fruto.
7. Ayúdame a ser cercano respetando al otro.
8. Ayúdame a vivir cantando tus Misericordias en la noche oscura.
9. Ayúdame a la alegría esperanzada, cercano a los que no la tienen.
 10. Ayúdame a vivir en la confianza aunque esté en la intemperie.