martes, 27 de agosto de 2013

Me quedas Tú




Nunca pensé, Señor
que las cosas
me saldrían tan mal.
Desde hace tiempo
vivo con la impresión
de que mi vida
no tiene solución.
Estoy entrando
en un camino peligroso
donde lo voy perdiendo todo
y no me queda nada.
Anoche miré tu cielo
y me estremecí.
No puedo vivir la vida solo.
Te necesito cada día.
Es necesario abrirse
a la esperanza.
Anoche volví a experimentar
que nunca estaré solo
cuando te acepto a ti
en la pobreza de mi vida.
Amén.