lunes, 12 de agosto de 2013

Ahora que aprieta el calor


Ahora que aprieta el calor,
déjame decirte, Señor,
cuánto te quiero.
Déjame descansar
mi cabeza cansada
sobre tu pecho abierto de Amor.
Déjame en esta mañana de verano
que te diga al oído
que eres
lo mejor de mi vida.
Que conocerte a Ti,
ha sido una fiesta continua.
Que quiero vivir siempre
a tu lado.
Amén.