Señor,
cada vez tengo menos
fuerzas,
pero tengo más esperanza en
Ti.
Yo pensaba llegar muy lejos
y has sido Tú
el que te has acercado a mi.
Creía poder volar sin alas.
pero me he convencido
de que soy rematadamente
pobre
y no podré volar nunca,
si Tú no me envuelves
en tu Ternura.
Soy feliz, muy feliz,
porque soy rico contigo
y teniéndote a Ti.
Amén.