martes, 23 de abril de 2013

Me queda la esperanza

 
Muchas veces, Señor,
las noches oscuras de mi vida,
es verdad que han sido momentos
de mucha soledad.
Sin embargo,
tú nunca has estado lejos,
te encontraba cercano y amigo
en todas las encrucijadas de los caminos.
Siempre me queda la esperanza
de saber que no juegas al escondite conmigo,
que estás siempre a mi lado
compartiendo mis horas difíciles.
Amén.